Con creatividad, colores y muchas ganas de aprender, un grupo de vecinas del sector rural de Juntas del Potro finalizó con éxito el curso “Amigurumi: técnicas de tejido y creación de figuras”, iniciativa impulsada por Caserones en el marco de su compromiso con la instalación de nuevas capacidades en la comunidad.
El taller permitió a las participantes de la zona cordillerana del Valle de Tierra Amarilla adquirir conocimientos desde los fundamentos básicos del amigurumi hasta técnicas avanzadas para crear figuras y personajes tejidos, transformando esta práctica de artesanía japonesa en una oportunidad de desarrollo, encuentro y emprendimiento local.
Para Leidy Cruz, presidenta de la Junta de Vecinos Valle Unido, la capacitación representa una valiosa herramienta para fortalecer la autonomía económica de las mujeres de la zona.
“Agradezco a Caserones, porque una vez más ha realizado una capacitación para las vecinas, lo que fortalece la posibilidad de tener un nuevo trabajo y aumentar sus ingresos”, destacó.
En tanto, Paulina Morales, una de las alumnas participantes, valoró la experiencia y el aprendizaje colectivo.
“Fue una experiencia espectacular, porque muchas ya teníamos conocimiento de crochet, pero no elementos tan técnicos como los que aprendimos. Y la idea es seguir avanzando, porque se abre la posibilidad de vender productos”, comentó.
Desde Caserones, la gerenta de Relaciones Comunitarias, Julia Salas, subrayó la relevancia de estas iniciativas en el fortalecimiento del vínculo con las comunidades vecinas.
“Cada curso que realizamos busca conectar con las tradiciones e intereses propios de las localidades, potenciando sus talentos y entregando herramientas concretas para su desarrollo. El tejido es parte de la identidad de Tierra Amarilla, y ver cómo se transforma en una fuente de emprendimiento y orgullo es algo que nos motiva profundamente”, señaló.
El curso dialoga con la tradición de tejido presente históricamente en los sectores rurales de Tierra Amarilla, donde este arte ha sido parte de la identidad y del quehacer cotidiano de muchas familias.
Con esta nueva generación de graduadas, ya son más de 1.350 personas las que han sido beneficiadas por los programas de capacitación comunitaria que impulsa Caserones en distintos sectores de Tierra Amarilla, consolidando esta iniciativa como una de las más relevantes en materia de empleabilidad y desarrollo local en la región.

