Gracias al trabajo conjunto entre Nueva Atacama y diversas juntas de vecinos, se han reciclado más de 3.500 litros de aceite de uso doméstico desde la llega de la empresa a la región, un logro que refleja cómo la colaboración puede generar un impacto positivo en la concientización y el cuidado medioambiental.
El proyecto, que comenzó con la instalación de contenedores en sedes vecinales de Vallenar, Caldera y Copiapó, ha tenido una respuesta positiva y creciente por parte de la comunidad. Vecinas y vecinos han facilitado sus espacios comunitarios para posicionar estos puntos de recolección, lo que ha acercado esta práctica sostenible a sus sectores y ha impulsado una participación activa, gracias a su accesibilidad. A través de un convenio, una empresa externa retira el aceite y lo convierte en insumos para la fabricación de biocombustible.
“Este logro conjunto es una muestra clara de que cuando la comunidad y las instituciones trabajan colaborativamente, se obtienen resultados positivos que impactan en la calidad de vida de todos los que habitamos en Atacama. Desde que partimos con esta iniciativa, hemos visto un cambio importante en el compromiso y la conciencia ambiental de los vecinos, y eso es muy valioso”, señaló el analista de medioambiente de la sanitaria, Felipe Jimenez.
Este 2025, la iniciativa dio un nuevo paso con la inauguración de un punto de recolección en el anfiteatro de Tierra Amarilla, gracias a un convenio con la Municipalidad de la comuna. La actividad contó con la presencia del alcalde Cristóbal Zúñiga y vecinos que participaron en una jornada de capacitación sobre el correcto manejo y disposición del aceite usado.
Es importante destacar que la labor de los vecinos al reciclar aceite doméstico contribuye al cuidado de nuestras fuentes naturales de agua y permite mantener en óptimas condiciones las redes de alcantarillado, evitando problemas comunes como obstrucciones de tuberías, reboses de aguas servidas y malos olores.
Además de su rol en la entrega de servicios de agua potable y alcantarillado, Nueva Atacama ha asumido un compromiso activo con la educación ambiental y la promoción de hábitos sostenibles. Entre las recomendaciones que entrega a la ciudadanía se encuentran: no verter comida ni pañales al desagüe, usar coladores en los lavaplatos y almacenar el aceite usado en botellas plásticas bien cerradas, para luego depositarlas en uno de los nueve puntos de reciclaje habilitados en la región.