El movimiento de curas rebeldes austriacos, el cual lleva exigiendo desde 2011 la modernización de la Iglesia católica, seguirá dando su bendición a las parejas homosexuales, ignorando de esta forma el comunicado del Vaticano, el cual califica este tipo de relaciones como pecado.
“La realidad nos ha demostrado que las parejas homosexuales pueden celebrar el amor de Dios en la Iglesia igual que el resto”, afirmaron en un comunicado el grupo de curas, que se autodenomina como rebeldes ante la estructura jerárquica de la Iglesia católica.
En el comunicado afirman que ellos “no rechazarán ninguna pareja que se ame y busque la bendición de Dios”.