El pasado viernes, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, convirtió en ley un proyecto que prohíbe discriminar a cualquier persona por su estatura o peso en el empleo, vivienda o lugares públicos de la ciudad estadounidense.
"Nadie debería ser discriminado por su altura y peso. Todos merecemos el mismo acceso al empleo, la vivienda y los lugares públicos, independientemente de nuestra apariencia", declaró el alcalde Adams tras firmar la ley, la que fue promovida por el concejal de origen dominicano, Shawn Abreu.
Aseguran que la ley ayudará a crear lugares de trabajo y entornos de vida más inclusivos, sin importar qué tan alto seas o cuánto peses, cuando estás buscando trabajo o estás tratando de arrendar un departamento.
Además, el concejal Abreu señaló que la discriminación por tamaño corporal es un problema de justicia social y una amenaza para la salud pública.
"A las personas con diferentes tipos de cuerpos se les niega el acceso a oportunidades laborales y salarios iguales, y no han tenido ningún recurso legal para impugnarlo. Peor aún, a millones se les enseña a odiar sus cuerpos", puntualizó.
Por otro lado, recordó que hace 50 años un grupo de personas se reunió en Central Park para protestar por las diarias injusticias que tienen que enfrentar las personas por su peso.
Ley con excepciones
"Si bien tomó demasiado tiempo promulgar algo tan básico y ampliamente respaldado, es lógico que el Consejo Municipal de Nueva York más diverso de la historia es el que lo haya tipificado en la misma ciudad donde comenzó este movimiento", mencionó el concejal.
Sin embargo, esta nueva ley contempla algunas excepciones en los casos en que las leyes o reglamentos federales, estatales o locales recojan la necesidad de llevar a cabo ciertos esfuerzos físicos (bomberos o empleados de recogida de basura).
La comisionada de Derechos Humanos, Annabel Palma, destacó que la mayoría de las formas de discriminación basada en la apariencia han persistido sin control.
Esta nueva Ley de Derechos Humanos en la ciudad de Nueva York deja en claro que a nadie se le debe negar una oportunidad basada en la altura o el peso en el empleo, la vivienda y en los lugares públicos.
Cabe destacar, que en 2019 fue la primera ciudad en el país en emitir unas guías para calificar como discriminación el que una persona sea motivo de despidos u hostigamientos por su tipo de cabello o peinado; en esos casos, la discriminación se sanciona como multa de hasta $250 mil dólares (201 millones de pesos).
It doesn't matter how tall you are or how much you weigh when you’re looking for a job, trying to rent an apartment, or living your life in New York City.
— Mayor Eric Adams (@NYCMayor) May 26, 2023
Today we signed a law to help level the playing field for all New Yorkers, create more inclusive workplaces and living… pic.twitter.com/0bi2KeLmLO