Durante una entrevista en el programa De Frente de Mega, el candidato presidencial Johannes Kaiser no dejó espacio a dudas sobre su postura frente al golpe de Estado de 1973. Recordó que firmó una declaración a favor de la intervención de las Fuerzas Armadas y aseguró que, en un escenario similar, volvería a apoyarla “sin duda, absolutamente” y asumiendo las consecuencias de una respuesta armada.
Consultado por Tomás Mosciatti, Kaiser defendió que el Ejército actuó “de acuerdo con aquello con lo que había entrenado bajo el control del régimen democrático” y apuntó a la clase política de la época por instruir entrenamientos antisubversivos que incluían técnicas de tortura. Según él, la responsabilidad de las violaciones a los derechos humanos también recae en los gobiernos civiles previos a 1973.
Además de reivindicar ese rol histórico, Kaiser planteó otras propuestas controvertidas: enviaría a arresto domiciliario a los violadores de derechos humanos recluidos en Punta Peuco, transformaría el Museo de la Memoria y eliminaría los recursos públicos al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y a la Fundación Salvador Allende.