El proyecto que busca ampliar la posibilidad de donación de órganos entre personas vivas, incluyendo a los parientes por afinidad, hasta el segundo grado inclusive, fue aprobado por la Sala de la Cámara de Diputados por unanimidad y se despachó a ley.
La nueva normativa permite la donación entre personas que tengan un parentesco por afinidad, que es el que existe entre una persona que está o ha estado casada y los consanguíneos de su marido o mujer. Por ejemplo, al suegro con el yerno, a la suegra con la nuera o a los cuñados entre sí.
Los parlamentarios esperan que esta medida permita ampliar la posibilidad de donación entre personas vivas, permitiéndoles conservar su vida o mejorar considerablemente su salud.